La gastronomía es historia, cultura y pasión. Es como la visualiza la chef norteamericana Adrian Lipscombe, quien está en el país como parte de “Sabores que Nos Unen”, que por primera vez realiza la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo en colaboración con el Instituto Cultural Domínico Americano y los Chefs Embajadores de Sabor USA, como parte de los eventos del “Mes de la Historia Negra 2023.
Se trata de un programa de diplomacia culinaria en el que se resaltan las contribuciones de las raíces africanas a la identidad, la herencia estadounidense y dominicana, para unir, valorar, rescatar y lograr una hermandad gastronómica entre los pueblos que comparten ingredientes, sin importar la raza, el color, edad y condición social.
Nadie mejor para hablar de este tema, que la propietaria de Uptowne Café and Bakery y fundadora de 40 Acres Project, quien aprendió, no de los libros escritos, ni de las escuelas, sino todos los días de su primera infancia de la mano viendo, practicando y siguiendo las indicaciones de su bisabuela, su abuela y su madre a preparar y conservar los alimentos.
Conectar con ella fue fascinante porque es una mujer que no se detiene en la búsqueda del conocimiento y que este le sirva para defender los derechos de su “raza”. De manera que previo a visitar República Dominicana a ser parte del programa, estuvo en Camerún, África Central, de donde proceden sus ascendientes y donde encontró grandes similitudes entre los ingredientes que se utilizan en la cocina del Sur de los Estados Unidos, la República Dominicana y Camerún, entre ellos los molondrones, fruto que Adrian se dio cuenta de que en RD la gente los ama o los odia.
Sin embargo, reconoce que, a pesar de que compartimos ingredientes, el mismo amor y, a veces, las mismas técnicas, podemos crear platos muy diferentes que cuentan su propia historia y cultura.
“La cocina africana ha aportado mucho a la gastronomía del mundo. Si hablamos de las semillas y de las plantas locales, que fueron sembradas a lo ancho y largo de los continentes o que fueron reconocidas por los pueblos esclavizados, sabiendo que esas plantas venían de sus pueblos de origen y que crearon recetas e historias y transmitiéndolas de generación a generación, dice la también activista de los derechos sociales, civiles y de los agricultores afroamericanos.
Lipscombe dice que durante los encuentros que ha tenido en República Dominicana se ha interactuado mucho sobre las historias sobre la procedencia de la comida, lo cual considera muy relevante.|Compartimos el menú que preparó para su participación del programa «Sabores que nos unen»:
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Pescado asado envuelto en hojas de plátano con coco.
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Fufú (puré de plátano verde y yuca).
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Arroz con leche Dominicano.
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Pollo a la Barbacoa.
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Salsa barbacoa al estilo estadounidense.
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Gumbo con pollo.
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Chenchén con chivo.
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Chau Chau, verduras en escabeche.
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Pastel de colibrí.
Su importancia es la que mantiene su interés para que las personas afrodescendientes practiquen métodos agrícolas tradicionales como los que ella aprendió: “Aprendimos a determinar el tipo de siembra, el tratamiento, la cosecha y hasta quién sembró las legumbres, las leíamos y sabíamos cómo fueron cosechadas y cómo había sido tratada la tierra”, que es justamente es lo que ella quiere que se mantenga en la actualidad y por las futuras generaciones.
Pero, más allá de la cocina ¿Cuáles son los retos de los afrodescendientes hoy? Ella los resumió diciendo que se e necesita entender a profundidad de cómo el mundo ha llegado cómo está. Que se debe respetar las diferentes culturas, que las personas que se trajeron de África no solo trabajaron, sino que con sus conocimientos y herramientas crearon nuevas tradiciones, “fue lo que contribuyó a que nosotros estemos viviendo dónde vivimos ahora.
Una fusión apasionante
Adrian Lipscombe es una mujer holística, es madre de cuatro niños, pero también trabaja su profesión y lo que ama, sin voltear la mirada a las necesidades sociales. “Mi profesión es arquitectura y planificación urbana, pero la cocina es mi vida. He llegado a la conclusión que, tanto la arquitectura como la planificación urbana coinciden en el uso que se le da al terreno, incluyendo la gentrificación, que es cuando se trata de sacar a una comunidad que ha estado en un sitio por mucho tiempo, para repoblar con nuevas personas; por lo que creo que los chefs y los restaurantes pueden ser fundamentales en esta revitalización de las comunidades”.
Cada preparación refleja una realidad histórica
La comida afroamericana se elabora con una variedad de ingredientes que respondían a la disposición que tenían los esclavos que, en ocasiones eran sobras de la comida de sus amos y vegetales que ellos mismos cultivaban. Altos niveles de grasa, azúcar y sal para poder responder al duro trabajo físico que debían realizar diariamente. Hoy es patrimonio culinario de los pueblos.|A continuación una lista de platos que República Dominicana comparte con esta historia:
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Locrio de longaniza/Jambalaya.
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Chen chen / Grits.
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Sancocho / Gumbo (with okra) an adaptation of a traditional West African stew.
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Arepitas de Maíz / Hush puppies.
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Bizcocho borracho (without rum) / Red velvet cake (with beet juice).