Un workaholic es alguien que está obsesionado con su trabajo y que dedica la mayor parte de su tiempo y energía a él, incluso a expensas de otras áreas de su vida, como la familia, amigos, salud y aficiones. Estas son algunas de las señales.
Trabajar largas horas: Si trabajas más horas de lo que se espera en tu trabajo y te resulta difícil desconectar y alejarte del trabajo, puede ser una señal de que estás obsesionado con el trabajo.
Pensar constantemente en el trabajo: Si tus pensamientos se centran constantemente en el trabajo, incluso cuando estás fuera del trabajo o en momentos que deberían ser de descanso, esto podría ser una señal de que estás obsesionado con el trabajo.
Sentir ansiedad si no trabajas: Si sientes ansiedad o culpa si no estás trabajando o si te tomas un día libre, es posible que estés obsesionado con el trabajo.
Descuidar otras áreas de tu vida: Si descuidas otras áreas importantes de tu vida, como la familia, amigos, salud y aficiones, debido a tu trabajo, puede ser una señal de que estás obsesionado con el trabajo.
Ignorar las necesidades de tu cuerpo: Si ignoras las señales de tu cuerpo, como la fatiga, el estrés y el dolor, debido a que estás ocupado trabajando, esto podría ser una señal de que estás obsesionado con el trabajo.
Falta de equilibrio: Si no tienes un equilibrio adecuado entre el trabajo y otras áreas de tu vida, es posible que estés obsesionado con el trabajo.
En resumen, si reconoces algunas de estas señales en ti mismo, es posible que estés experimentando workaholism. Si crees que estás obsesionado con el trabajo, es importante buscar ayuda para encontrar un equilibrio adecuado en tu vida y evitar consecuencias negativas para tu salud y bienestar.