Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 25 de octubre de 1881 – París, 8 de abril de 1973) se adentró en todo tipo de disciplinas como la escultura, la cerámica, el dibujo, el grabado, la ilustración de libros, e incluso la escenografía y el vestuario y montajes teatrales… Se puede decir que nos ofreció las primeras “perfomances” más originales y novedosas en sus interminables madrugadas de trabajo frenético.
Dora Maar, una de sus mujeres, fotógrafa de profesión, dejó buena cuenta de estas instantáneas de Picasso en plena actividad creativa cuando trabajaba sobre el Guernica, que terminó en poco más de un mes, en aquella trágica primavera de 1937. Y es que Picasso solo creía en el trabajo; trabajo y trabajo: «¡La inspiración existe! pero tiene que encontrarte trabajando», frase atribuida al pintor.
Y solo así tuvo tiempo para hacer -se cuentan en total-, unas 13.500 pinturas, 100.000 grabados, 34.000 ilustraciones para libros, más 300 esculturas o cerámicas. Sin contar con lo que desechaba y tiraba.
Picasso atravesó por diversos estilos o etapas. Famosas son sus etapas, azul, rosa o blanco y negro, expresionismo… pero sobre todo una: el cubismo, ya que fue él el que desplegó los planos de la pintura para que la viéramos toda, como la veía él. También fantaseó con el surrealismo y avivó la abstracción, quizás todo “lo que puedan tener de hospitalarias”, que diría el poeta Antonio Machado.
Y que mejor momento que un aniversario como éste para poder volver a disfrutar de exposiciones y muestras dedicadas a su obra, y volver a descubrirla como el mejor homenaje.
Un año dedicado al malgueño más universal
Málaga, una de las capitales andaluzas, y cuna del artista moderno más universal, en un primer acto celebrado en Nueva York instó -a través de su Ayuntamiento- al público a descubrir el “malagueñismo” de Picasso, en una exposición con fotografías antiguas que no habían salido fuera hasta la fecha, y que dan cuenta de la infancia y juventud del artista.
Su familia, como su padre, pintor y profesor de dibujo y su primer maestro, trabajo por el que los Picasso residieron en varias ciudades como La Coruña y Barcelona, donde vivió su primera juventud, antes de llegar a París donde vivió, lugares que influyeron en el malagueño.
El Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza, el Reina Sofía y por supuesto los museos Picasso de Málaga y de Barcelona, la Fundación Mafre, la Real Academia de Bellas Artes de Madrid o el MOMA de Nueva York … celebrarán actos y exposiciones conmemorativas a lo largo del presente año.
En marzo, La Real Academia de Bellas Artes de Madrid ofrecerá España-Picasso, obras maestras de la colección Nahmad; en junio el Museo Nacional del Prado inaugurará Picasso-El Greco con la contraposición de dos artistas únicos y originales, distintos a todo y a la vez reconocibles a distancia, y en septiembre el Guggenheim de Bilbao presentará España- Picasso: materia y cuerpo, entre otros.
También desde junio, el MOMA de Nueva York mostrará al artista, pero desde una perspectiva valiente y controvertida en ‘Picasso y el feminismo’, como un genio (y otros en su materia) en este caso del arte, la pintura, tenía también sus sombras o aristas, y es que, en su vida real, fuera de su estudio, dejaba mucho que desear. Pensemos en su escasa o nula relación que dedicó a sus hijos, el mayor Pablo, que se suicidó, como Marie-Therèse, una de sus ocho mujeres, a las cuales abandonó o compartía a la vez… Y al mismo tiempo, en su obra, la mujer es siempre protagonista, pintó a todas, y a las suyas, una y otra vez. Si pensamos en sus cuadros más relevantes, allí está siempre la imagen femenina.
En noviembre, el Museo Reina Sofía de Madrid acogerá la exposición “Picasso 1906: La gran transformación”, una muestra donde apreciar sus dibujos preparatorios, los cuadernos de bocetos, que revelará el deseo del pintor de reformular la experiencia artística, que al final resultó la contribución más decidida al nacimiento del arte contemporáneo.
La amistad de Picasso y Miró centrará la exposición estrella de la Fundació Miró en Barcelona, Miró-Picasso, en octubre, que se desplegará simultáneamente en la fundación del pintor catalán y en el Museu Picasso de Barcelona, una mirada inédita -dicen- a la amistad entre ambos artistas, sus coincidencias, sus influencias y sus disputas, que también las tuvieron.
Una de las propuestas más pedagógicas y atractivas es la que acoge la Institución Ferial de Madrid (Ifema), con reproducciones de obras puntales de Picasso como «Las señoritas de Avignon», y tener la sensación de «sumergirse» dentro de ellas, en la exposición inmersiva «Imagine Picasso».
Y hasta la gastronomía se ha embadurnado de su influencia. Cuarenta reposteros se han atrevido a reproducir el ‘Guernica’, con una obra en chocolate que reproduce las dimensiones del original de 7,70 metros de largo y 3,50 metros de altura. Más de 400 kilos de chocolate belga negro, con leche y blanco, una paleta de color que se completa con manteca de cacao coloreada todo artesanalmente, en el Palacio del Condestable en Pamplona (España).