No es igual a qué temperatura se beba el agua cotidiana, ya que el cuerpo humano puede tener preferencias diferentes en cuanto a la temperatura del agua que consumen.
Sin embargo, el agua a temperatura ambiente o ligeramente fría suele ser la más aceptable y refrescante para la mayoría de las personas.
Es importante tener en cuenta que el agua caliente o caliente puede ser perjudicial para la salud si se bebe en exceso, ya que puede dañar el esófago y causar quemaduras.
Además, el agua muy fría puede ser incómoda para algunas personas, especialmente si se consumen grandes cantidades.
En resumen, lo más importante es beber suficiente agua todos los días, independientemente de la temperatura, para mantener el cuerpo hidratado y saludable.