Lloyd Morrisett, el cocreador del popular programa infantil educativo “Sesame Street”, que usa empatía y seres afelpados como Abby Cadabby, Elmo y el Monstruo Comegalletas (Cookie Monster) para encantar y enseñar a generaciones de niños de todo el mundo, ha muerto. Tenía 93 años.
La muerte de Morrisett fue anunciada el martes por Sesame Workshop, la organización sin fines de lucro que ayudó a establecer bajo el nombre de Children’s Television Workshop. No se reveló la causa de muerte.
En un comunicado, Sesame Workshop exaltó a Morrisett como un “líder sabio, considerado y por sobre todas las cosas amable” quien estaba “pensando constantemente en nuevas formas” para educar.
Morrisett y Joan Ganz Cooney trabajaron con el psicólogo especializado en desarrollo Gerald Lesser de la Universidad de Harvard para construir el enfoque único del programa educativo que llega ahora a unos 120 millones de niños en Estados Unidos. El legendario titiritero Jim Henson era el encargado de proveer a las tiernas creaturas afelpadas del show.
“Sesame Street” (cuya versión latinoamericana es “Plaza Sésamo”) se transmite en más de 150 países y ha sido galardonado con 193 premios Emmy, 10 Grammy y en 2019 recibió la medalla del Kennedy Center a la trayectoria artística, es el primer programa ha recibido este reconocimiento, en la ceremonia Big Bird caminó por un pasillo y básicamente se sentó en el regazo de Tom Hanks.
Morrisett nació en Oklahoma City en 1929, inicialmente estudió para ser maestro con una base de psicología. Se convirtió en educador experimental, buscando nuevas formas de enseñar a los niños de orígenes menos favorecidos. Se tituló en la Universidad Oberlin e hizo un posgrado de psicología en la UCLA, obtuvo su doctorado de psicología experimental en la Universidad de Yale. Fue miembro directivo de Oberlin por muchos años y presidente de la junta de 1975 a 1981.
La idea de “Sesame Street” surgió durante una fiesta en 1966, en la que conoció a Cooney.
“Dije, ‘Joan, ¿crees que la televisión se puede usar para educar a los niños?’ Su respuesta fue ‘no lo sé, pero me gustaría platicar de esto’”, relató al diario The Guardian en 2004.
El primer episodio de “Sesame Street” — en el que se enseñaban las letras W, S y E así como los números 2 y 3 — se transmitió a finales de 1969. Era una época turbulenta en Estados Unidos, afectada por la Guerra de Vietnam y a un año del asesinato del reverendo Martin Luther King Jr.
La programación infantil de la época era de contenidos como “Captain Kangaroo”, “Romper Room” y las caricaturas que solían ser violentas de “Tom & Jerry” al tiempo que “Mr. Rogers’ Neighborhood” enseñaba principalmente habilidades sociales a los niños.
“Sesame Street” fue diseñado por profesionales de la educación y psicólogos especializados en menores con una meta, ayudar a estudiantes de bajos recursos y grupos minoritarios de 2 a 5 años a superar algunas de las deficiencias que tenían al ingresar a la primaria. Desde años antes del estreno del programa, científicos sociales habían señalado que los niños blancos y con mayores ingresos solían estar mejor preparados.
El programa se situaba en la calle de un barrio urbano y tenía un elenco multicultural. La diversidad y la inclusión eran parte importante del show desde su origen. Monstruos, humanos y animales convivían pacíficamente.
Se convirtió en el primer programa infantil en tener un personaje con síndrome de Down. Con el tiempo también ha tenido marionetas con VIH y en casas de acogida, ha invitado a niños en silla de ruedas y lidiado con temas como padres en prisión, personas sin hogar, derechos de las mujeres, familias militares e incluso niñas que cantan sobre amar su cabello.
Presentó a Rosita, la primera Muppet latina y bilingüe del programa, en 1991. Julia, una Muppet de 4 años con autismo, llegó en 2017 y desde entonces el programa ha ofrecido apoyo para niños cuyos padres lidian con adicción y recuperación o niños que sufren como resultado de la guerra en Siria. Para ayudar a los niños tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, el programa presentó a Elmo traumatizado por un incendio en una tienda y siendo tranquilizado al hacerle saber que los bomberos estaban ahí para ayudarle.
La compañía dijo tras la noticia de la muerte de Morrisett que dejó “un enorme e indeleble legado entre generaciones de niños de todo el mundo, ‘Sesame Street’ es sólo el más visible homenaje a una vida de buen trabajo e impacto perdurable”.