En un ambiente lleno de solemnidad y luego de elevar una oración a Dios, la Compañía Lírica Nacional y la Fundación Erwin Walter Palm ofrecieron el «Concierto de la Voz Sacra» en homenaje póstumo a José Delmonte Peguero, quien falleció el pasado año.
La capilla de San Andrés de la Ciudad Colonial, fundada en 1560, fue el escenario escogido para honrar a quien fue en vida una figura reconocida en la música, el arte y la cultura dominicana.
El programa de 17 piezas musicales contó con la producción general de la Fundación Erwin Walter Palm; la dirección y producción artística de Ondina Matos de Lendor, directora Compañía Lírica Nacional; la participación en el piano de Antón Fustier; en la percusión: Guarionex Aquino y Tony Cortorreal, quien fue un invitado especial.
Asimismo las canciones interpretadas fueron: Amo a Cristo, amo a Cristo y Al niño Dios la virgen, ambas de autoría de José Delmonte Peguero. Otras fueron Oye la voz, Ave María, Panis Angelicus, Romance bajo la luna, Cartas y lágrimas, María tu amor, Quiéreme cual yo a ti, A primera vista, Por ti sola, Así es mi amor, Sortilegio, Primaveral, Rosas para ti.
Sobre José Delmonte Peguero
Fue miembro fundador del Coro Nacional, donde desarrolló una larga carrera como solista, instructor de bajos, subdirector y director desde 1966 hasta 1980. Aquí agrandó el repertorio clásico de la institución y fomentó la divulgación de los ritmos folclóricos y las composiciones de autores dominicanos.
Fundó diversos grupos corales, tales como el Coro de Guardiamarinas de la Academia Naval de la Armada Dominicana; Coro de Cadetes Mixtos de la Academia Militar de las FF.AA., Batalla de las Carreras; Coro Femenino de la Policía Nacional; Coro de Niños del Instituto San Juan Bautista, entre otros.
Delmonte Peguero recibió diversos reconocimientos, entre ellos la Orden Heráldica de Cristóbal Colón en el grado de Caballero; la Orden de Silvestre Papa en el Grado de Gran Comendador otorgada por su Santidad Juan Pablo II; Profesor Emérito de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña; el Supremo de Plata, de Jaycess´72 siendo uno de los diez galardonados de la primera entrega, además de la Medalla del Círculo de Plata otorgada a quienes pasaron diez años siendo sobresalientes.