Muchas personas presentan, en algún momento de la vida, puntos rojos en la piel, en la cara, en el tronco y a veces en las extremidades. Se los conoce como microangiomas, angiomas, angiomas seniles, angiomas capilares o puntos de Campbell-De Morgan. Son pequeñas dilataciones capilares.
Pueden presentar protuberancias elevadas o ser planas y son de aproximadamente unos 2 milímetros de diámetro y hasta de 7 milímetros. La mayor parte de ellos son benignos y desaparecen solos, pero siempre es recomendable acudir al médico para que sea quién pueda diagnosticarlos correctamente.
Si aparecen muchos y de forma repentina, debes consultar de manera urgente al médico, porque podrían ser angiomas de araña. También deberías ir al médico si es que sangran, pican o arden demasiado, generan incomodidad o cambian su apariencia.
¿Por qué aparecen? Principalmente por el envejecimiento de la piel y son más comunes a partir de los 40 años.
Su diagnóstico es sencillo, generalmente con un examen visual y no requieren ningún tipo de tratamiento.