No sólo la cebolla puede utilizarse, sino que también la piel tiene sus usos. Hablaremos de todas las cebollas en este caso.
Cebolla común: de color dorado, grande y con sabor intenso, usada diariamente en todo el mundo.
Cebolla morada o roja: su piel es amoratada y más fina, tiene los mismos usos que la cebolla común.
Cebolla blanca: el regusto es menos picante que la cebolla común, pero es igualmente crujiente.
La cebolla es probiótica, inhibe los patógenos y equilibra la flora intestinal. Además, es digestiva, previene la aparición de parásitos, hongos y también combate el estreñimiento. Además es antioxidante, antidiabética y anticancerígena, es antiséptico y expectorante.
Cómo usar la piel de la cebolla
Puedes usarla para infusiones y calmar los resfriados y malestares en épocas de frío. Colócala en agua hirviendo, con dos cucharadas de vinagre balsámico. Mezcla y espera a que se cocine, cubre la cabeza con una toalla y comienza a respirar el vapor. Luego, puedes filtrar el agua, agregarle un poco de miel y limón y beberlo como si fuera un té. Esto te ayudará a combatir el dolor de garganta.