La fibra es necesaria en toda dieta saludable y hay un montón de alimentos que son una excelente fuente, como los frijoles, los granos integrales, las espinacas, las nueces y el brócoli, solo por mencionar algunos. Si tienes una deficiencia de fibra, tu cuerpo te entregará estas señales. ¡Toma nota!
Te falta energía: la fibra, junto con la proteína y la grasa, ayuda a ralentizar la digestión, lo que significa que el azúcar se libera en nuestro torrente sanguíneo más lentamente y no crea picos y bajones de energía como los que provocan los hidratos de carbono simples.
Comes, pero sigues con hambre: si la comida es baja en fibra, el estómago se vacía mucho más rápido y trae aparejado el hambre. Si comes alimentos con fibra, tendrás menos hambre debido a que la fibra soluble forma un material similar al gel en el tracto digestivo que se disuelve en el agua, lo que provoca una absorción más lenta de nutrientes en el torrente sanguíneo.
No logras perder peso: la fibra es saciante, por lo que es ideal que comas suficiente si quieres bajar de peso. Al estar con mayor saciedad, posiblemente ingieras menos calorías en el resto del día.
Estreñimiento: la fibra ayuda a mantener el movimiento del intestino, facilitando la expulsión de heces. Si tienes estreñimiento, agrega frutas como el kiwi en tu desayuno.