Llamamos rutina de sueño al hábito de acostarte y despertarte todos los días a las mismas horas. Esto establece justamente una rutina que te ayuda a descansar correctamente, pero ¿Qué pasa cuando no lo realizas de esta manera?
Al pasar más o menos tiempo en la cama y alterar estos horarios, el cuerpo envía mensajes opuestos que pueden confundir al cerebro. Así las cosas, será mucho más difícil conciliar el sueño cuando efectivamente quieras dormir y hay posibilidades de que te despiertes con cansancio o somnolencia.
No tener una rutina diaria pautada puede acarrear en la aparición de trastornos del sueño y la reducción de la productividad y concentración.