El cantautor español Joan Manuel Serrat recibió este viernes las llaves de la ciudad de San José como un homenaje a su carrera artística que lo trajo en 1971 por primera vez a Costa Rica, un país del que dice guardar muchos recuerdos de personas y lugares.
«El corazón se tiene que ensanchar para dar cabida a todas estas emociones», declaró Serrat al recibir las llaves de manos del alcalde, Johnny Araya, en un acto oficial celebrado en el Parque Morazán, en el corazón de la capital costarricense.
El cantautor, quien dará un concierto en Costa Rica el sábado, recordó que su primer viaje a este país fue en 1971 gracias a una invitación de la Compañía Nacional de Teatro costarricense y que desde entonces guarda muchos recuerdos de esta nación centroamericana.
«Sin duda el acto más importante se produce en la Universidad de Costa Rica en un concierto. Fue una fiesta universitaria, una fiesta maravillosa», rememoró.
Serrat también recordó un encuentro con José Figueres Ferrer, tres veces presidente de Costa Rica y artífice de la abolición del Ejército en 1948.
«Pepe Figueres me invitó a charlar un rato con él y me sorprendió tanto aquel hombre pequeño de tamaño pero arrollador, que se sabía los versos de la Atlántida de Verdaguer», dijo.
Serrat también comentó que tiene libros del poeta costarricense Jorge Debravo, y aunque no llegó a conocerlo personalmente, considera que «fue un poeta prematuramente desaparecido y 50 años después lo seguimos teniendo como un autor de presente».
«Me han pasado por la cabeza todos los lugares por los que he ido haciendo música a lo largo de todos estos años. Lugares magníficos como (el parque) La Sabana en un concierto de 2011 que fue extraordinario (…) lugares entrañables como el Teatro Nacional y el Melico Salazar, y un concierto maravilloso que hicimos en Ojo de Agua», afirmó sobre sus visitas a Costa Rica.
Por su parte, Araya calificó como un «sumo privilegio» entregar la llave de la ciudad a «este señor alquimista de las emociones, que cura heridas con canciones», dijo recitando unas líneas de la canción de Joaquín Sabina «Mi primo el Nano».
Araya comentó que este acontecimiento «quedará grabado para siempre» en su corazón y dijo que entrega la llave a «un ser humano especial» en nombre de «un pueblo que ama, defiende y promueve la paz; una nación que cree en la justicia social, el bien común y la tolerancia; y un país que no tiene ejercito porque decidió tener más maestros que soldados».
El alcalde recordó que en 2011, durante un concierto gratuito, Serrat fue declarado ciudadano distinguido de San José como «muestra de la admiración y cariño que siempre le hemos tenido» y que con la entrega de la llave de la ciudad, se refuerzan esos sentimientos.