Con más de 30 años en la industria musical y decenas de premios ganados, Carlos Vives sigue con la tarea que emprendió desde el inicio de su carrera, desarrollar un estilo único que conecta la variedad musical de Colombia con el mundo y que está reflejado en «Cumbiana II», un álbum que tiene como base la cumbia.
«‘Cumbiana II’ es más de ese camino, de seguir trabajando con la madre cumbia no solamente como un patrón específico rítmico, que lo puedes encontrar en el álbum en muchos momentos, sino como algo que va más allá (…) como el territorio, la cumbia va más allá de un solo río, de una sola ciénaga», dice Vives (Santa Marta, 1961) en una entrevista con Efe.
En esta nueva producción, el cantautor colombiano mezcla esos ritmos que identifican su música con las ideas de Camilo, Ricky Martin, Fito Páez, Pedro Capó, ChocQuibTown, Dread Mar I, Mau y Ricky, Lucy Vives, Katie James, Milly Quezada, Jandy Ventura, Cholo Valderrama, Clemente Mérida, Play-N-Skillz e incluso los Black Eyed Peas.
HOMENAJE A JOHNNY VENTURA
“Buscando al Caballo” es una de las 14 canciones de la nueva producción “Cumbiana II” donde se unieron el hijo de Johnny, Jandy Ventura y Milly Quezada para homenajear al legendario merenguero.
Ventura murió en julio del año pasado de un infarto al corazón a los 81 años.
Este homenaje, revela Vives, viene cargado de una «pena muy grande» porque se demoró «en hacer el disco con Johnny, en hacer el cuento».
«Se lo prometí, fueron muchos años que pasaron y no lo hacíamos. Y siempre que nos encontrábamos y cantábamos (…) me decía: ‘Carlos, tenemos que hacer la canción», expresa el samario.
Justamente empezaron a trabajar en el proyecto, en el que incluyeron a Quezada, y hasta habían «diseñado bien la parte de él».
«Su muerte nos sorprendió a todos (…) Nos quedamos con una canción con la que él estaba muy contento, pero que no pudo poner la voz. Entonces quedamos fríos», explica Vives, quien decidió llamar a su Jandy, hijo del dominicano, que «puso la voz en las partes de él», añade.
POTENCIAR LA MÚSICA
El artista cuenta que, por ejemplo, el presidente de su disquera le propuso la colaboración con Dread Mar I como una oportunidad de combinar el vallenato con el reggae, algo que el valora porque ayuda a potenciar su música y la de Sony Music Latin.
Justo una de esas combinaciones la hace con Fito Páez en «Babel», donde busca rendir un homenaje al rock argentino y al mismo tiempo apela a los ritmos tradicionales del Caribe colombiano, así como al «Rock de mi pueblo», un álbum lanzado en 2004 y en el que ya había explotado esa mezcla.
«Quiero hacer un homenaje al rock argentino, entonces no quiero copiar exactamente lo que hace el rock argentino, sino que ya yo tengo el ‘rock de mi pueblo’ para acercarme y pegarme a esa vaina, y tengo los patrones y tú los vas a subir ahí vas a oír unos chandés (un aire caribeño), ahí vas a oír la caja vallenata y no está sobrando, no está invadiendo territorios», detalla.
Vives asegura que «Cumbiana II» es el reflejo de la música en la que creyó cuando dejó de cantar baladas a finales de los ochenta, cuando era, como el mismo dice, un «galán de telenovelas», y grabó el álbum «Clásicos de la Provincia».
«Decidí grabar (ese disco de 1993) aplicando patrones nuevos en las guitarras eléctricas (…) me lo preguntaban en su momento, siempre me decían: ‘eso que usted hizo no es folclore’. Yo les decía: ‘exactamente, eso no es folclore’. Yo no hago folclore porque yo no puedo pretender serlo», resalta sobre ese momento en el que comenzó a construir su identidad musical.
EL VALOR DE LA COLOMBIANIDAD
Finalmente, Vives retoma su discurso sobre la colombianidad y recuerda que el álbum tiene un joropo, llamado «Patria», en la que canta con dos leyendas de ese género: Orlando ‘el Cholo’ Valderrama y Clemente Mérida.
«Cuando empiezo a estudiar el vallenato, descubro que tiene el mismo origen en el canto de vaquería, en los hatos ganaderos (como el joropo)», explica y agrega que a pesar de que los ritmos suenen distinto, son más parecidos de lo que aparentan.
El cantante cree que no existe mucha consciencia al respecto, pero considera «muy poderoso» que Colombia «tenga culturas tan mágicas».
«Colombia está llena de cosas muy mágicas y que creemos que no, que no pasa nada y no tenemos nada. Y entonces para mí, como artista, es una gran felicidad mostrarle al mundo y a nosotros mismos todo lo que tenemos, todo lo que vale», concluye.