Varios años después del estreno de su aclamada ópera prima, el documental “Nana” (2015), la cineasta Tatiana Fernández Geara está de regreso con su más reciente obra, “Vals de Santo Domingo”, documental en el que muestra las vidas de tres jóvenes y las realidades que enfrentan al estudiar ballet, pero también es una mirada a la disciplina y dedicación necesarias para crear arte, además de un tributo a las personas que estudian, enseñan y dedican su vida a la danza.
“Vals de Santo Domingo” transcurre mayormente en una clase de ballet con veinte estudiantes, pero se concentra más en las experiencias de tres de ellos: Raymundo, Ángel y Víctor, tres adolescentes que se esfuerzan por ser bailarines mientras tienen que lidiar con los prejuicios de un país donde la danza es catalogada como una actividad exclusiva para mujeres. A lo largo del documental se puede ver cómo ellos tienen que lidiar con los estereotipos de una cultura machista, además de interacciones con amigos y familiares y el sacrificio y dedicación que implica hacer sus sueños realidad y desarrollarse como artistas en el mundo de la danza.
Escrita y dirigida por Tatiana Fernández Geara y producida por Fernando Santos Díaz, “Vals de Santo Domingo” ya se ha presentado en varios festivales de cine de prestigio internacional, entre ellos el Festival Internacional de Cine en Guadalajara del 2021, donde le fue otorgado la Mención Honorífica a Mejor Documental Iberoamericano. Además, esta producción fue ganadora del fondo Su Mirada en el Panama International Film Festival (IFF Panama) para su posproducción y también recibió el premio FONPROCINE para la producción de largometraje documental y participó en el DocuLab del FICG.
La filmación de este documental se grabó entre 2017 y 2019. Durante este largo proceso Fernández no solo captó incontables horas de los chicos durante sus clases de ballet, sino que también los filmó en distintos ambientes, como actividades culturales o interactuando con familiares y amistades. A través del lente de Fernández el espectador se integra a las rutinas de estos jóvenes y puede presenciar la dedicación que conlleva el hecho de, no solo aprender a bailar, sino también de cómo un bailarín aprende a expresar sus emociones a través de su cuerpo y cómo, poco a poco, van perfeccionando este arte. No solo eso, al poder verlos desenvolviéndose en distintos ámbitos, además de cómo interactúan entre ellos mismos y otras personas, se puede apreciar cómo estas experiencias también afectan su desarrollo como individuos y artistas.
A lo largo de “Vals de Santo Domingo” Raymundo, Ángel y Víctor tienen la oportunidad de interpretar varias coreografías, algunas de estas improvisadas, y es en estos momentos que se puede apreciar el excelente trabajo de dirección fotográfica, edición y musicalización de este documental, además del gran talento y encantadoras personalidades de estos jóvenes artistas.
Por otro lado, la música también juega un papel importante en este documental, la banda sonora está compuesta por música local y también hay que resaltar que el nombre de “Vals de Santo Domingo” proviene de una composición del maestro dominicano Rafael “Bullumba” Landestoy. Cuando Fernández se acercó al artista de 92 años en el año 2017 para pedirle permiso para utilizar su música en esta producción, además de usar el título, no solo accedió, también dijo que su respuesta fue: “Uno se muere, pero el ‘Vals de Santo Domingo’ no se va a morir”. Desafortunadamente, el maestro Bullumba falleció en el 2018. La pianista y compositora dominicana Laura Pimentel hizo arreglos para piano y clarinete de esa obra, al igual que algunas piezas originales que aparecen en la película.
“Vals de Santo Domingo” formó parte de la cartelera de la segunda edición del Festival de Cine Fine Arts Hecho en RD y ya se estrenó en las salas locales de cine, así que este es buen momento para poder disfrutar en la gran pantalla de este filme que da un vistazo a las vidas de tres jóvenes artistas dedicados a encontrar su propio camino en el mundo de la danza.