República Dominicana es un verdadero paraíso y ahora más que nunca es una buena oportunidad para conocer nuestra tierra. Y para ello podemos conectarnos desde la comodidad de nuestro hogar con las aventuras que han vivido otros y que comparten por sus cuentas, pero también visitando esos lugares gracias a las excursiones que organizan muchos aventureros.
Además de playas hermosas y ríos espectaculares, República Dominicana tiene una gran variedad de saltos y la excursionista Vanessa Espinal (@vanespinal) entiende que esta media isla es afortunada “pues está llena de bellezas naturales que impresionan a quien tiene la oportunidad de presenciarlas. Tenemos las playas más hermosas y vírgenes, ríos con colores deslumbrantes, saltos y cascadas impresionantes”, la viajera comparte con los lectores una lista de saltos y cascadas que debes conocer.
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1. El salto más alto del Caribe -Miches
Este es el Salto La Jalda, con unos 120 metros de altura, ubicado entre Hato Mayor y Miches. Según Vanessa hay dos maneras de llegar a este salto: la primera es a través de un sendero (que se puede hacer caminando o a caballo) y la segunda en helicóptero. Para el recorrido a través del sendero, si lo haces caminando, debes tener buenas condiciones físicas, pues se toma unas 4 horas aproximadamente para llegar hasta el salto, y lo mismo para regresar.
2. Las cascadas de Monseñor Nouel -Bonao
La provincia Monseñor Nouel es rica en saltos y cascadas, pues cuenta con más de 64 cascadas de más de 30 metros de altura, entre ellas: La Gritona, ubicada en Bonao, es la segunda más alta del país, con una altura aproximadamente de 95 metros. Para llegar a ella hay dos rutas: una río arriba y la otra por la montaña. Este recorrido cuenta con siete cascadas en total, llamadas: Anunciación, Salomón, Saúl, J. Henry, Franyi, Daniel y La Gritona. La duración del recorrido para llegar hasta La Gritona es de aproximadamente dos horas y media, siendo esta una ruta de dificultad extrema.
3. Salto El Berro -Bonao
Ubicada también en Bonao, según la excursionista el salto lleva este nombre porque en la orilla del gran charco hay muchas plantas de berros. “Es un increíble salto, con un caudal impresionante y agua muy fría”, dice. Para visitar este lugar lo puedes hacer de dos maneras: si tienes un vehículo 4×4 puedes llegar más cerca de la entrada, si no, debes llegar a la presa de Tireito y hacer una caminata de una hora y media aproximadamente. Debes estar en buenas condiciones físicas, pues la ruta es extrema, de igual manera, hazte acompañar de un guía. Para el retorno, puedes optar por hacer un trayecto río abajo, pasando por otros charcos, como La Cueva y Anaconda.
4. Saltos de Jima- Bonao
Según Vanessa esta experiencia incluye un conjunto de espectaculares saltos (en total son unos 23), 9 de ellos pertenecen a Bonao y 14 a Constanza. El monumento natural Los Saltos de Jima, fue declarado área protegida y de esos saltos dos de ellos son de fácil acceso. Para ingresar a estos dos se camina por un sendero bello y bien cuidado por unos 20 minutos aproximadamente.
5. Salto El Gallo – San José de las Matas
Este salto está ubicado en San José de las Matas. Para la viajera este es un lugar hermoso e ideal para los amantes del senderismo. “El recorrido es de aproximadamente una hora y media entre colinas (subidas y bajadas), arroyos y vistas espectaculares. La dificultad de este recorrido es alta, pero la recompensa de disfrutar de ese salto no tiene precio”, dice. Para esta ruta se necesita un vehículo 4×4.
6. Salto Alto – Bayaguana
Ubicado en Bayaguana, provincia Monte Plata, es una buena opción para los que residen en Santo Domingo, pues se encuentra a una hora y media aproximadamente en auto y es una opción ideal para la familia, pues el nivel de dificultad es bajo, luego de parquear el carro solo hay que bajar unos escalones. Esta es una hermosa cascada con tres caídas de agua en un hermoso charco. Se encuentra en un área privada, y para entrar se debe pagar por persona, unos 100 pesos dominicanos aproximadamente.
7. Salto de Socoa- Monte Plata
El Salto de Socoa está ubicado en Monte Plata y, al igual que Salto Alto, representa una buena opción por estar cerca de Santo Domingo. Para Vanessa esta opción es ideal para las familias, pues el nivel de dificultad es mínimo. Es un hermoso lugar con una caída de agua de aproximadamente unos 20 metros en un espectacular charco. Para entrar se paga aproximadamente 50 pesos dominicanos, igualmente se paga parqueo.
8. La Culebra- San Cristóbal
“Es una hermosa caída de agua que lleva este nombre porque la cascada tiene forma de culebra”, comenta Vanessa. Según cuenta este es un lugar impresionante y, para llegar a él, se va por la comunidad de Los Cacaos, en San Cristóbal. Es de dificultad alta, pues se camina aproximadamente una hora y 15 minutos para llegar hasta ella, entre un sendero con muchas subidas y bajadas, también hay que completar un recorrido por el río.
9. La Taína- San Cristóbal
Este lugar es mágico, aquí encuentras una cascada con un súper charco profundo de aguas cristalinas de un tono verdoso. Para llegar a él una de las opciones es ir por la comunidad Los Cacaos en San Cristóbal y es de más fácil acceso que para llegar a la cascada La Culebra, ya que para llegar a ella se camina unos 20 minutos río arriba, entre charcos y piedras.
10. La Rejoya- Juan de Nina
Para llegar a este lugar nos trasladamos a Juan de Nina, Puerto Plata. Este es un tesoro escondido de aguas azules que cuenta con varios saltos y cascadas. Según explica Vanessa, para llegar a la primera se toma aproximadamente 40 minutos por trillos y dentro del río se pueden apreciar las bondades de la naturaleza. Cuenta con varios charcos y cuatro cascadas que robarán tu aliento.
11. Salto El Limón – Samaná
Este espectacular salto está ubicado en Samaná. “Este recorrido para aventureros es a través de un paisaje lleno de palmeras y cocoteros, antes de llegar a la cascada de El Limón, que cae desde la parte alta de la Sierra de Samaná, a una altura de 40 metros (130 pies)”, cuenta Vanessa. El trayecto para llegar allí es de 2,5 Kms, que se pueden hacer caminando (si está en buena forma física) o a caballo. La recompensa: un refrescante chapuzón en el agua fresca bajo una cascada majestuosa.